martes, 21 de junio de 2011

ANTOLOGÍA DE POESÍA Y CUENTO



Remanso literario

Daniel Quispe Torres

Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga

En el marco del Congreso Nacional Lingüístico Literario, realizado en Ayacucho del 25 al 30 de octubre de 2010, se convocó a los concursos de Poesía, Cuento y Ensayo, que ostentó acertada y laureadamente el nombre del preclaro y singular poeta Héctor García-Blásquez Bedoya.

Los concursos literarios siempre han sido concebidos contradictoriamente y fueron motivo de aceptación o rechazo. Por un lado, pueden ser la catapulta que lleve, justa o injustamente, a la fama a quienes son laureados; por otro lado, puede ser el epitafio ignorado de quienes, con razón o no, se consideran los que debieron llegar al estrado. De ahí que la posición del jurado sea incómoda, pues no cuenta con instrumentos exactos para medir la calidad de las creaciones, en cambio solo posee su experiencia, su saber o conocimiento, su formación, su cultura, su sensibilidad… lo propio de su contexto y su ser, aunque sea de gran reconocimiento, siempre con limitaciones.

Sin embargo, ponernos en el extremo de abolir los concursos sería una forma de “matar” a la creación estética, de no alentarla, aún más cuando el sistema cultural oficial no se interesa por desarrollarla. Dejando de lado las situaciones perniciosas de los premios y los concursos, como que a Borges le negaron el Nobel literario, fomentarlos es necesario e importante, más aun cuando se nos maquina de “consumistas”, incapaces de crear lo nuestro.

De este modo, aprenderemos a inventar e inventarnos como creadores y críticos, a encontrarnos y marchar juntos al Norte. Esta vez, en el concurso de poesía se tuvo a diez participantes de distintos espacios del Perú, en el caso del cuento fueron cinco concursantes y en ensayo uno solo. Los resultados fueron:

En Poesía: Primer puesto: Compartido por Alexander Wilber Hilasaca Machaca y su poemario Pájaro ebrio, con Eddison Miguel Enciso Rubio y su poemario Aves de fuego. En cuento: Primer puesto: José Saúl Barzola Vivanco.

En ensayo y el resto de los puestos se declararon desiertos.

El jurado calificador de los concursos estuvo integrado del siguiente modo: en poesía participaron Ricardo González Vigil, Rocio Silva Santisteban, Marcial Molina Richter, Daniel Quispe Torres. En cuento fueron Sócrates Zuzunaga Huaita, Cronwel Jara Jiménez y Javier Garvich Rebatta.

De los trabajos presentados seleccionamos algunos textos, con la satisfacción de haber tenido serias creaciones literarias, de jóvenes que van fraguándose día a día, verso a verso, línea a línea, canto a canto. Los textos son diversos en su temática, estructuración y discurso, de ahí que son difíciles de clasificarlos, además que, creemos, obedecen a un proceso de búsqueda de sus autores, quienes, por su parte, derivan de distintos contextos de nuestra realidad peruana.

Encontramos los poemas de Pájaro ebrio, del poeta Alexander Wilber Hilasaca Machaca, que hila poéticamente contenidos sociales, existenciales, amorosos, cotidianos desde un enfoque irónico, ficcional de un “pájaro” o poeta cantor que está “ebrio” o lúcido desde el “otro lado” que no es la razón formal. También tenemos los poemas de Aves de fuego del poeta Eddison Miguel Enciso Rubio, en los cuales trasciende el individualismo que sintetiza poéticamente múltiples realidades que se entrecruzan. Además, a manera de antología se recogen los poemas de Analí Sthefani Garayar Zevallos, Luis Eduardo Ayala Pérez, Pedro Briceño Rojas, Ronald René Chuquija Aracayo, Alvaro Renato Casalino Hildebrant, Wilson Wilber Chiara Peralta, Wilson Gregorio Sucari Turpo y de Santos Morales Aroni. Poemas que presentan formas y temas que se metamorfosean de manera inédita, libre, propia.

En cuanto a la narrativa seleccionamos dos cuentos del único premiado José Saúl Barzola Vivanco: en Dos caramelos marca J el discurso entreverado y protagónico de los personajes develan una realidad cruda de las ciudades. Con un estilo árido se narra acerca de la miseria, la explotación, el vicio, la indiferencia y distintos males que se hallan vigentes. En el cuento Demasiado cuidado asistimos a un caso existencial y social, el final es sorpresivo y desencantador, como la vida misma. Acompañamos dos cuentos de Gina Moore Carranza, como invitada especial, cuyos textos breves, pero con la precisión y la síntesis bien lograda, nos conduce por el sendero de la tensión y el misterio, con uso magistral del dato escondido y un final que sorprende y desconcierta.

Cada texto tiene su misterio y encanto por descubrir, de ahí que el jurado y crítico verdadero es el lector, a él va dirigido el texto y sea él quien lo valore a la justeza de su altura. Saludamos a todos los que han hecho posible la realización de este Concurso literario y a los participantes. ¡Grato augurio para nuestras letras! ¡Salud!

Ayacucho, de los encuentros.

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